8. CONCLUSIÓN
Hemos visto que el Tercer mundo, desde su pobreza y desde su
clamor, nos interpela y cuestiona nuestra economía, la cultura, la
religión, la historia, la iglesia y la teología.
Nos interroga, nos inquieta. Nos ofrece otras alternativas, otros
estilos de vida, otras posibles utopías diferentes a la nuestra. Nos
invita a la conversión, porque esto no está bien, el mundo no puede
continuar así. El clamor de los pobres del mu [...]
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